Un empleado arrepentido y la falta de interrogatorios oportunos complican la situación del fiscal Senestrari.

La causa por el secuestro y asesinato de Santiago Aguilera volvió a registrar movimientos clave en los últimos días. La Justicia avanzó con una serie de allanamientos y la detención de cuatro personas más vinculadas al caso, lo que confirma que la investigación sigue abierta y que aún se buscan nuevas responsabilidades y posibles encubrimientos en uno de los hechos más conmocionantes ocurridos en Traslasierra.

Las nuevas medidas judiciales se produjeron pese a que ya existen condenas firmes, y refuerzan la hipótesis de que no todos los involucrados han sido identificados. Desde el entorno de la familia Aguilera sostienen desde hace tiempo que hubo graves irregularidades en la etapa inicial de la investigación, que podrían haber sido determinantes en el desenlace del caso.

En diálogo con Última Pregunta, Carlos Aguilera, padre de Santiago, volvió a apuntar con dureza contra el fiscal federal Enrique Senestrari. “Nosotros lo hemos denunciado al doctor Senestrari, ya lo han imputado después de varios meses. Consideramos que se perdió la oportunidad de encontrar a Santiago con vida. Estuvo cuatro días perdido en un lugar tan chico como Villa Dolores”, expresó.

Aguilera también recordó que su hijo padecía una grave condición de salud, dato que —según afirmó— era conocido por el fiscal a cargo de la causa. “Santi nació con un problema de salud muy grave… esto lo sabía el doctor Senestrari pero él insistía en que Santiago podría haber salido con alguna piba, con alguna novia, decía que podría comprar los medicamentos en alguna farmacia de Villa Dolores”, señaló.

Otro de los puntos más sensibles que salió a la luz durante el juicio fue la relación del fiscal con uno de los imputados. “Esto salió en el juicio y está en la sentencia: el fiscal Senestrari empatizó con el delincuente, con el secuestrador, y le llevó torta a la celda”, afirmó el padre de la víctima, en referencia a un episodio que generó fuerte polémica.

Finalmente, Aguilera reveló una nueva irregularidad vinculada a una prueba clave del expediente. “Ahora hace cuatro días sale arrepentido un empleado del doctor Senestrari, indudablemente le remordió la conciencia, y dice que la conexión que hubo al Gmail de Santiago no fue del imputado, del condenado Ramírez, sino que lo hicieron ellos”, aseguró. Estas declaraciones suman tensión a una causa que, lejos de cerrarse, sigue sumando capítulos judiciales y cuestionamientos profundos sobre su investigación.