Aldo Ortega, del comedor Ritual de la Monada, dijo que "a la gente sólo la ayuda la gente", en relación al retiro del Estado de la ayuda humanitaria.

Algunos comedores comunitarios subsisten a duras penas. Otros, directamente tuvieron que dejar ese servicio. Son un ejemplo claro de cómo la comunidad organizada permite, en ocasiones, subsanar, al menos parcielmente, la ausencia del Estado. Pero, en este caso, el Gobierno Nacional directamente dejó de repartir los alimentos. Pese al fallo judicial que le ordenó entregar de inmediato las 5 mil toneladas de alimentos que están guardados en galpones, el vocero Manuel Adorni adelantó que apelarán el fallo.

En Córdoba, se sumó otro inconveniente: la organización Ritual de la Monada denuncia que la Municipalidad no le permite entregar alimentos en la plaza San Martín, por ser un “lugar turístico”.

En Verdades Afiladas dialogamos con Aldo Ortega, fundador del comedor que, además de contar con un lugar fijo en Villa El Libertador, reparte comida en la plaza San Martín para personas en situación de calle. "A la gente solo la ayuda la gente. Duele que siempre al pobre le estén buscando la vuelta. Te pegan cuando nosotros aportamos un granito de arena. Al trabajo más fuerte lo debería hacer el Estado", aseguró.

"Sobre que uno ayuda, ellos (con relación al Gobierno Nacional) generan dudas a la población. Ellos salen de sus trabajos, van a su casa y se olvidan. A nosotros nos golpean la puerta por comida, alimentos. Nosotros lo hacemos de corazón", sentenció.

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