“No solo molesta la vibración que genera el sólido, las luces ingresan por las ventanas”, resumió Ignacio, vecino de Unquillo.
Las quejas surgen tanto en la ciudad de Córdoba como en el Gran Córdoba, zona de gran desarrollo urbano, sobre todo en la franja que une la ruta E-53 con localidades de Sierras Chicas.
“No solo molesta la vibración que genera el sólido, las luces ingresan por las ventanas”, resumió Ignacio, vecino de Unquillo.
Vecinos de la zona realizaron múltiples pruebas de sonido y manifiestan que los ruidos molestos conocidos como contaminación acústica exceden la tolerancia normal. “Un día de verano con mucho calor que tenía todas las ventanas cerradas, era como tener un parlante debajo de la cama hasta después de la 1 de la mañana”, relató.
Además, los vecinos temen en el lugar se convierta en un “Corredor de fiestas electrónicas”.
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