La obra navega en una realidad inmersiva que cruza los lenguajes teatral y audiovisual. La respiración como acto involuntario y necesidad vital.
Por Valeria Arévalo
Desde el 10 de agosto, la sala Azucena Carmona del Teatro Real pone en escena la obra “Pneuma, paisaje al vacío”. La primera propuesta novedosa que yuxtapone dos lenguajes: teatral y audiovisual.
La obra teatral invita a los espectadores a usar cascos de realidad virtual que los sumergen a una construcción cinematográfica que los hará vivir, en primera persona, como si fueran los propios protagonistas. Luego, in situ, la presencia física del actor para continuar y dar cierre a la obra.
La propuesta se sirve de la nueva tecnología para presentar un trabajo único e inédito en el teatro cordobés. En la realidad virtual se visualiza una filmación que llevó 40 días de registro en vacío de la ciudad, mostrando lugares icónicos que se grabaron durante el aislamiento obligatorio, en plena cuarentena. La producción forma parte de un documental de próximo estreno.
“Penuma, paisaje al vacío” está dirigida por Sergio Ossés y Javier Artaza, quienes se propusieron experimentar. En escena, Lucas Goria representa un actor que nunca llegó a interpretar a Hamlet y que navega por los pasillos del teatro y del hospital. En cada locación y cada segundo transmite su adrenalina.
La obra propone reflexionar, a través de la ficción, no sólo sobre los aspectos hermosos de la vida, sino también sobre la fragilidad a la que nos enfrentamos en distintos momentos límites que nos toca enfrentar.